jueves, noviembre 17, 2005

Aventuras sobre ruedas



Estupida perdóneme por el abandono temporal del blog, usted ya sabe que mi pega es un incendio permanente y sin aviso y que yo soy solo un pequeño extinguidor, entonces me agoto y me toma mucho tiempo resolver algunas cosas. Además que con Caro estamos con hartas cosas pues, entonces entre cosa y cosa al final es mucho que hacer y pensar.
Y más encima con toda esta cosa tengo el gimnasio más botado que la cresta.
Te contaré estupida que hace como un mes y medio que me metí al gimnasio porque mi closet ya no aguanta más y antes que mi ropa reviente de lo apretada que me está empezando a quedar, prefiero optar por desinflarme un poco y llevar lo mismo de siempre con más dignidad. Además que meterme al gim me salía más barato que reemplazar toda la ropa por una talla más grande po estupida. Y pa qué decir del schok emocional que hubiera significado ir por la vida con una talla más, si la que uso ya está bien para mi porte po estupida.
Bueno te cuento que ésta no es mi primera experiencia en el gimnasio, sino que partí el año pasado y esa vez cuando me hicieron la evaluación me encontraron casi obesa, todo porque tengo mi “manilla del amor” bien puesta donde tiene que estar (por si no sabes estúpida, manilla del amor le dicen a esa tierna charcha que nos sale en la cintura por detrás… imagina el por qué del nombre no más po estupida… jajajajaja). Bueno, lo que me carga de estas evaluaciones es que estos giles de los gimnasios te cuestionan todos tus hábitos pues, y una sale casi sintiéndose culpable del sour del día anterior, de la cervecita helada que te tomaste antes del asado del fin de semana, etc etc. así que esta vez por sanidad mental decidí no evaluarme po estupida, y empecé a ir no más, y se me ocurrió irme a la clase de spinning. Yo hacía spinning el año pasado estupida, te diré que la wea es bien buena pa todo lo que es tuto y traste, y una sale como rejuvenecida y sintiéndose totalmente deportista por estar entera traspirada y haberte tomado un litro de agua durante la clase, pero el sufrimiento inicial ni te lo cuento. Estupida, paso a resumirte lo que fue mi primera clase. Como te contaba yo hacía spinning el año pasado y cuando me fui a laburar por los barrios bellavísticos tuve que dejar de ir porque no me coincidía ningún horario y siempre andaba apurada y todo, además estúpida tú que me conoces sabes que yo voy al gimnasio pa poder comer tranquila no más, porque la verdad así de corazón, motivación por otro deporte aparte de la lucha cuerpo a cuerpo nunca he tenido. Pero bueno, como te iba diciendo, el abandono el año pasado de la rutina deportiva tuvo sus consecuencias, y si le sumamos la cantidad de asados, piso sour, cigarros y otras yerbas que pasaron desde la última clase a la que fui, todo tuvo su consecuencia. Te cuento lo que fueron los 50 minutos de tortura de aquella primera clase:

18:50. Llego para variar corriendo al gimnasio, me cambio a toda máquina, en el camarín miro a las estupidas que hacen del gimnasio un apostolado, envidio sus guatas caluguientas, sus piernas lisas sin celulitis, sus tenidas deportivas ultracombinadas y su tono dorado, que no tiene na que ver con el deporte, pero parece que estas weonas no conciben gimnasio sin solarium. Bueno, me dispongo a ponerme mi buzo menos glamoroso, con mi polera clásica, mis zapatillas y todo eso. Me apuro y compruebo con horror que el reloj del gimnasio está 5 minutos adelantado: mal, ya estoy atrasada. Jugando al rol de la comprometida con el deporte y poniendo cara de “¡¡qué atroz perderme mi clase favorita!!!” parto rajada al segundo piso.

19:05. Mal, estoy atrasada, veo que todos pedalean y están a tono, mientras yo me acuerdo de que la wea de bicicleta hay que ajustarla y me pongo a subir el asiento, bajar el manubrio, apretar seguros para los pies etc etc . Empiezo a pedalear y me sorprendo de la facilidad con que recuerdo esta clase (como si recordar andar en bicicleta fuera una gran wevada, o no has escuchado eso de que hay cosas que nunca se olvidan por que son como andar en bicicleta…)

19:10. empiezo a cachar que los asados y sours y cigarrillos no fueron en vano, llevo pocos minutos pedaleando y siento que se acerca algo feo y horrible.

19:20. Han pasado 15 minutos de clase y ya estoy completamente roja, el profesor grita y anima y pone buena música pero ya es tarde: yo ya empecé con el cuestionamiento de “qué mierda estoy haciendo acá?”

19:30. Estoy raja estupida, me quiero morir, me siento mal, horrible, floja, sedentaria, abusadora del alcohol y las drogas, desgastada, esto es horrible estupida, miro al resto de la clase y busco a alguien que esté como yo, pero ya ni veo bien. Pienso que lo que tengo que hacer es operarme, recauchaje de una no más. Trato de recurrir a esa wea orgullosa del “yo me la puedo”, “si este viejo de 50 años puede yo también puedo” etc etc etc, pero para qué andamos con cosas, me importa un comino que hasta mi vieja resista la clase, YO ME QUIERO IR!!!!!!

19:45 Miro el reloj pidiendo ayuda al tiempo estupida, siempre concentrada en el “nunca dejes de pedalear”. Me siento roja, transpirada y con la cuchara en la mano, pero siento que sobreviví, que estoy pudiendo hacerlo, me trato de convencer que lo peor ya pasó, cuando escucho que el profesor dice “última subida, aumenten resistencia!!!!” No puedo creerlo, como hay gente que disfruta esta wea??????

19:50. La clase termina estupida, y sobreviví, igual que el año pasado sobreviví estupida, y veo como todos se despiden del profesor y salen, como diciendo “otra clase más que pasó” y los giles no saben que pa mi fue una tortura toda la clase, que sufrí estupida, pero que me siento victoriosa, que esta wea es un triunfo, porque… TENGO LA DEMOSTRACIÓN DE QUE UNO PUEDE COMER, TOMAR Y FUMAR Y HACER SPINNING IGUAL SIN MORIRSE ESTÚPIDA JAJAJAJAJAJA LES GANÉ A TODOS LOS GILES QUE SE MUEREN DE GANAS DE TOMAR Y FUMAR Y NO LO HACEN PORQUE JURAN QUE SE MORIRÁN EN SU CLASE DE SPINNING Y LO PASAN MAL JAJAJAJA (risa diabólica)

20:00 Vuelvo al camarín, feliz, triunfante.

Volveré estupida, volveré una y otra vez porque tengo que reconocer que me gusta esta clase, que la wea es horrible, pero lo es cada vez menos. Y porque mi trasero lo agradecerá, y porque dejaré de tener la sensación de estar encerrada en mis pantalones, dejaré de correr el riesgo de que se me olvide abrocharme el botón del pantalón cuando me paro de mi escritorio (cuando uno esta sentada hay pantalones que aprietan mucho estupida…).
GATO GRIS “RELLENITO”

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